Muskitia pâsa klîn nâka ~ una reserva de aire fresco
La región de la Muskitia, patrimonio mundial de la UNESCO y zona clave para la biodiversidad, alberga algunos de los bosques más singulares y continuos de Centroamérica. Por desgracia, esta región aislada está muy amenazada por la invasión ilegal, principalmente de la ganadería. Con pocas fuentes de ingresos locales, la pobreza está muy extendida y muchos hogares se encuentran en situación de extrema precariedad; esta situación se ve agravada por los cada vez más frecuentes fenómenos meteorológicos extremos.
Al reforzar las iniciativas productivas locales.
Mediante sesiones de formación y oportunidades económicas.
Potenciando a las comunidades indígenas y afrohondureñas desatendidas.
Se protege gracias al proyecto.
Que se evitan de ser liberadas a la atmósfera cada año.
están protegidos, incluidas las zonas costeras de cría de peces y especies acuáticas
incluyendo cerca de 5.000 hectáreas de manglares
Para ello, el proyecto colabora con 8 comunidades indígenas y afrohondureñas de la región de la Muskitia para proteger este impresionante territorio. Se fortalecen las estructuras de gobernanza y se desarrollan visiones comunales para el futuro en conjunto con los consejos locales para aumentar la participación en el proyecto y crear las bases de una prosperidad compartida a largo plazo. El proyecto desarrolla nuevas oportunidades de ingresos sostenibles que no dependen del bosque; en particular, se ofrece a las mujeres indígenas y a los jóvenes formación sobre cómo desarrollar iniciativas empresariales a partir de industrias locales sostenibles, por ejemplo la producción de cacao, la apicultura, la pesca y la fabricación de artesanía.
Al proteger los manglares y el bosque de la deforestación, el proyecto evita que se liberen a la atmósfera niveles importantes de carbono almacenado. Sin embargo, esto es sólo el principio de la miríada de beneficios que aporta este innovador proyecto. Los manglares sanos ofrecen una protección natural contra las inundaciones, la erosión y las tormentas, además de filtrar los contaminantes del agua y servir de vivero para los peces pequeños. Las nuevas iniciativas sostenibles ayudan a mejorar los medios y las condiciones de vida locales, contribuyendo a la preservación del inestimable patrimonio cultural y natural de Honduras. Gracias a este proyecto, las comunidades disponen de los recursos necesarios para proteger sus tierras para las generaciones venideras.